Es la historia
de un joven que, padeciendo de cáncer, estaba desahuciado.
Un día caminaba sin saber adonde, entró a
una tienda de discos y vió a una joven hermosa, que tenía la mejor sonrisa que jamas
imagino.
Ella pregunto: "¿Te puedo ayudar en
algo?". "Sí, -dijo él- quisiera comprar un CD". Tomó uno cualquiera y se
lo entrego a la chica.
Ella pregunto si lo deseaba envuelto y él le
contesto que sí. La chica lo envolvió y el se fue pensando que aquella era la mujer más
bella y dulce que jamas había visto.
Así, con la intención de verla y volverla a
ver, el joven fue todos los días a comprar un CD cualquiera, que la chica envolvía con
esmero.
La madre del muchacho se entero de que estaba
enamorado de una chica y quiso animarlo para que la invitara a salir. Pero él solo
seguía comprando un CD diario.
Un buen día llegó a la tienda, y cuando la
joven fue a envolver el CD como de costumbre, él dejó una tarjeta con su número
telefónico. Al día siguiente ella llamó y preguntó por él.
"¿Qué, no sabes?"- contestó su
madre-; "él murió ayer..." Hubo un silencio prolongado. La madre irrumpió en
llanto, colgó el teléfono y se encerró en el cuarto de su hijo, para recordarlo.
Empezó por acariciar su ropa, después sus cosas y de repente se encontró con una gran
cantidad de CD'S aún envueltos, que le llamaron la atención. Abrió uno y dentro
encontró una tarjeta que decía: "Eres muy tierno, ¿quieres salir conmigo?"
Abrió otro y decía lo mismo, y otro, y otro,
y otro... todos con el mismo mensaje que nunca fue leído.