¿Cómo hacer composta?

1.  Armar un bote compostero,  el cual se explica en el dibujo de cómo hacerlo, éste puede ser hecho de madera, pero también hay lugares donde ya los venden hechos de plástico 100% reciclado. El bote permite la ventilación de la materia orgánica.

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2. Poner el bote compostero en  piso nivelado, colocando en el fondo una capa de hojas secas con tierra de unos 10 cm. de espesor.

3. En un recipiente se van depositando toda la materia orgánica de desecho de la cocina, jardín, etc., hasta que éste quede lleno. Una vez lleno se vacía en el bote.

4. Dentro del bote compostero, cada capa de materia orgánica se debe cubrir con una capa de tierra sucesivamente hasta llenar el bote.

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5. Una vez que el bote esté lleno, podremos sustraer la composta del bote por el compartimento inferior, quitando las tuercas en forma de mariposa. Si al sacar la composta se observa que la materia orgánica no está totalmente degradada, es porque se necesita dejar pasar más teimpo o usar otro bote compostero para los nuevos desperdicios.

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6. Si se utiliza un segundo bote compostero, la capa de tierra que se utiliza para cubrir la materia orgánica del segundo bote, puede ser la que se saque del primero, de la parte inferior. (No importa que no este completamente hecha composta).
7. Una y otra vez se puede intercambiar la composta de un bote a otro sin necesidad de más tierra. Siempre va a existir un sobrante, el cual se podrá utilizar como fertilizante para los jardines y plantas.
8. Al hacer la composta aparecerán dentro del bote diferentes tipos de organismos y microorganismos, tales como gusanos, bacterias, hongos, lombrices, etc. Como parte de este proceso cada uno cumple una función específica de degradación. Conforme madura la composta, van desapareciendo estos organismos.

9. Se obtendrá una composta después de 45 y hasta 90 días; dependiendo del clima y los materiales que se mezclen en ella.

    ¿Qué se puede echar en el bote compostero?

    Los desperdicios de la cocina, como la fruta y vegetales, cáscaras de huevo, bolsitas de té, filtros de café, sobrantes de comida, pelo, plumas de aves, hojas y ramas, aserrín, pasto, yerba, flores, servilletas de papel.

    Los cuatro elementos esenciales para una composta son: el Nitrógeno, Oxígeno, Agua y Carbón. Al nitrógeno lo encontramos en los desperdicios de la cocina y pasto fresco. El oxígeno se obtiene mezclando de vez en cuando la composta en desarrollo. Para que la composta tenga agua, hay que mantenerla ligeramente húmeda según se requiera. El carbón se obtiene de hojas y pasto seco, y también de cenizas de madera y servilletas.

Lo que NO se debe echar en el bote compostero, son: los desperdicios médicos, toallas sanitarias, hule, piel, plástico, vidrio, metal, el contenido de las aspiradoras, papel en grandes cantidades, filtros de cigarro, plantas rociadoras de venenos o insecticidas, sustancias tóxicas, productos de limpieza.

    Para ello, debemos separar los desperdicios: los orgánicos que son los que hacen la composta, el metal, vidrio, plástico y papel separados para reciclarlos y los desechos médicos y sanitarios, así como los no reciclables se van al relleno sanitario.